
Hoy nos abocamos a una de las bandas más conocidas en lo que respecta al movimiento punk de la ciudad de Rosario.
La misma, formada en el año
2006, ha pasado por muchas de las cosas que suele pasar una banda del under.
Formada con una base no del
todo sólida, idas y vueltas, cambios de integrantes, etc.
Una vez, fueron cinco los miembros, aunque normalmente, y la
mayor parte del tiempo (con distintos nombres propios) fueron cuatro.
Por sus canciones, sus ideas
y su forma de ver y vivir las cosas, fueron vistos de reojo por todos, y
recibieron críticas para todos los gustos. Pero esto nunca les importo, ni los
detuvo.
De ahí, el nombre. Sin la
indumentaria con la que se suele divisar a un “punk”, eran considerados “los
caretas”. Por el otro lado, eran “los crotos”. Entonces, sin encajar ni en un sector
ni en otro (ni tampoco querer hacerlo), se autodefinieron como (anormales) ANOMALOS.
En el 2007, con solo un año
de vida, ya había pasados varios nombres que no estaban más. Pero fue ahí,
donde el grupo encontró su lugar y su mejor forma.
Con la llegada de Esteban
(Tito), haciéndose cargo del bajo, sumado a la viola de Manu (Manuel Aguilar),
la voz de Beto (Fernando, hermano de Esteban) y Nicolás (el ninja) en la batería.
Este cuarteto grabo los dos
discos que tiene Anómalos en su haber.
Con un sonido un tanto “mejorado”
y mas consolidado (como suele ocurrir con el paso del tiempo), el ultimo de
estos, titulado “Quédate en la familia”, tuvo quizás, un poco mas de
trascendencia como así también aceptación. La idea seguía siendo la misma que
se plasmara “Hijo, bienvenido al barrio”, su primer material de estudio.
Letras con duras criticas
sociales y políticas, entre mezclándose con historias de barrio, y su gusto por
el alcohol y algunas sustancias.
Esto ultimo, provoco que la
banda obtuviera una mirada no muy buena al respecto, a la vez que también eran
valoradas las otras letras, que hablaban de otros temas.
Al día de hoy, solo quedan
Beto y “el ninja”, como exponentes. Tito y Manu se alejaron de la banda.
Mientras tanto, los dos integrantes, y además,
propulsores de Anómalos, se encuentran a la expectativa de que aparezca esa
guitarra y ese bajo que les falta para volver al ruedo.
Visto.
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